¿Te has dado cuenta de que te sigo?
No me digas que no, no seas hipócrita, varias veces volteaste cuando notaste mis ojos sobre tus hombros, claro, yo me oculté, si algo sé es esconderme, bueno... eso creo.
Dime... ¿Acaso no te gustó sentir el peso de una mirada escrutadora? ¿Acaso no te hizo sentir cosquillas en el cuello el darte cuenta de que te estaban observando?
Pienso que sí, aunque mis fatalismo me dice que no, supongo que por tu cabeza deben estar pasando tantas cosas, es decir, tú creíste que no volvería, pero heme aquí, voy detrás tuyo, no sabes exactamente en dónde, pero te voy a hablar uno de estos días, ten cuidado, no salgas de tu casa sin arreglarte , sabes que me gusta verte bien, perdona si te intimido, pero te soy sincera, alguna vez te dije que iría siempre en pos de ti y eso no va a cambiar...
Nos vemos... y dentro de poco, te voy a robar un beso, un beso que tú contestarás y luego me abrazarás, luego me pedirás perdón y luego sentirás el frío de mi puñal en tu garganta, bueno, no es cierto, luego haremos lo que yo quiera...
Nos vemos... y dentro de poco, te voy a robar un beso, un beso que tú contestarás y luego me abrazarás, luego me pedirás perdón y luego sentirás el frío de mi puñal en tu garganta, bueno, no es cierto, luego haremos lo que yo quiera...